Exposición fotográfica de Danilo Vallejo: TESTIMONIA ROCK

jueves, 4 de febrero de 2010

El Banco Central del Ecuador, la Embajada del Ecuador y el Instituto Cultural Peruano Norteamericano presentan fotografías de un conglomerado social que se identifica con “la nueva ola del metal pesado” y sus variantes: heavy metal, power metal, trash, death metal, black metal, white metal, grind-core, noise. No obstante, más importante resulta las identidades colectivas construidas a su alrededor, que se encuentran escondidas en el mundo subterráneo o underground. Esta exposición pretende sacar a luz las manifestaciones culturales que se expresan en los ritos cotidianos y festivos, o en su simbología. Los rockeros latinoamericanos, hijos del crecimiento desenfrenado de ciudades durante el siglo XX, funcionan bajo la influencia de la cultura oficial, la cultura popular y la industria cultural.

Se llega al rock por medio de alguien querido, se lo transmite de persona a persona, como un vínculo entre comunidad, es más que un tipo de música. Hay todo un universo de símbolos que los rockeros comparten, del que se nutren para construir sus visiones del mundo, que los motivan y acompañan. El rock atraviesa fronteras; distancias, edades, clases sociales y géneros. “Es una expresión de la época industrial, del capitalismo, de la sociedad de consumo, incluso el rock más underground.” Inevitablemente forma parte de la industria del entretenimiento, la música juvenil por excelencia, sierre innovando, recreando y cuestionando al sistema y a la institución. Es la banda sonora de generaciones insatisfechas con los valores de sus mayores, con la formalidad y rigidez de una sociedad de marcadas diferencias. La música, el texto, la propuesta escénica, son capaces de expresar esa rebeldía.

Se originó a partir del rythm and blues afroamericano, y del country-western, luego realizó varias fusiones; hay más de cincuenta sub-géneros rockeros. Desde Elvis, la liberación sexual, la psicodélica y el discurso antinacionalista, hasta las propuestas anarquistas-nihilistas del punk, el discurso anti-stablishment, la militancia y la literatura épica, existencial o macabra del metal; los rockeros tienen diversas banderas. El rock es música con contenido, es el idioma de miles de jóvenes.

En sus rituales (conciertos, escuchar música, tocar o ensayar) conviven, participan, aman, crecen, buscan identidad de esta tribu del rock como una comunidad de resistencia la ha convertido, para sus seguidores, en un modo de vida. Son comportamientos, opuestos a las ideas de “lo normal”, provenientes de las ideologías dominantes, y que se agrupan en formas cerradas. La sociedad de “normales” los estigmatiza. La vestimenta es un emblema de identidad, predomina el color negro asociado “a lo oculto, la maldad, la muerte y lo tétrico, pero también al placer y al misterio, a la oscuridad de la noche. La apropiación de símbolos mortuorios y macabros (que se les ha valido ser tildados de satánico) está pensada como una protesta contra los modelos de triunfo, de los normal y lo aceptado”. En Ecuador poseen referentes de los rockeros de los 60s y 70s, y de su propio contexto. El rock no es una moda, es una forma de vida. Esto explica que exista ya una generación de metaleros ecuatorianos que bordea los cuarenta años, casados y con hijos, pero fieles a “la movida”.



Lugar: ICPNA de San Miguel
Hora: 11.00am - 8.00pm
Días: Martes a Domingo

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