miércoles, 16 de enero de 2013
Botas empapadas, manchadas por el barro y marcadas por los pasos transitados a tu lado, buscando el rumbo correcto no solo para sobrevivir, sino para tener la vida digna que nos merecemos. Mis manos casi transpiradas buscan en el aire tu tacto lejano, camino... imaginándome tu rostro parco lleno de ternura y frescura, mientras me cuentas todo lo acontecido en tu día y esas bromas que me destrozan el estómago provocadas por la risa.
Tu imagen desaparece con el helado viento que agita mis cabellos...sigo caminando, esperando a que aparescas de la nada detrás mío y te dirijas hacia mí con las palabras más sinceras. Adelanto el paso sobre las líneas blancas, de aquel pueblo que dice ser libre, para que mi destino sea más lejano, aún. Mientras me fijo en la hora, me cuestiono sobre ti, asuntos existenciales, banales y hasta de la nada, necesito ordenar mi vida, y más que todo necesito de tus palabras con sabor a verdad.
Cierta multitud me aturde, así que solo atino a voltear la mirada y ver las viejas casas, que hacen que mi imaginación vuele estupidamente. Nuevamente estoy sola, acelero mi tránsito para alcanzarte, sin embargo mis deseos son tan fuertes de postrarme en aquel lugar para que algo acabe completamente conmigo por razones de las cuales ni desearía darme cuenta ni percatarme en ese preciso momento para así derrumbar aquella cobardía humana.
Sálvame y no, porque puede que sea lo mejor y me lo merezca, a pesar de mi gran cobardía aquel anhelo no es ficticio. Me odio y siempre lo haré, es lo justo... Me encuentro parada en el inicio de lo que fue nuestro punto de partida, trágico, deprimente. Caníbales y mutantes por doquier, esperando a poder sentarme tranquila y sin problemas... debería dejar de vivir de esta manera tan patética, de lamentarme... Pero he ahí el reto...
...Seguiré y continuaré la senda que me llevará a mi bienestar, supongo -y no mal- que lo lograré aunque el camino tenga meteoritos y volcanes incrustados en él, a pesar de tanto miedo... me embarcaré en aquella travesía de la que no saldré.
PD: Este texto fue escrito hace más de medio año o hasta quizá más de 1 año, la verdad no recuerdo. Simplemente decidí publicarlo...
Tu imagen desaparece con el helado viento que agita mis cabellos...sigo caminando, esperando a que aparescas de la nada detrás mío y te dirijas hacia mí con las palabras más sinceras. Adelanto el paso sobre las líneas blancas, de aquel pueblo que dice ser libre, para que mi destino sea más lejano, aún. Mientras me fijo en la hora, me cuestiono sobre ti, asuntos existenciales, banales y hasta de la nada, necesito ordenar mi vida, y más que todo necesito de tus palabras con sabor a verdad.
Cierta multitud me aturde, así que solo atino a voltear la mirada y ver las viejas casas, que hacen que mi imaginación vuele estupidamente. Nuevamente estoy sola, acelero mi tránsito para alcanzarte, sin embargo mis deseos son tan fuertes de postrarme en aquel lugar para que algo acabe completamente conmigo por razones de las cuales ni desearía darme cuenta ni percatarme en ese preciso momento para así derrumbar aquella cobardía humana.
Sálvame y no, porque puede que sea lo mejor y me lo merezca, a pesar de mi gran cobardía aquel anhelo no es ficticio. Me odio y siempre lo haré, es lo justo... Me encuentro parada en el inicio de lo que fue nuestro punto de partida, trágico, deprimente. Caníbales y mutantes por doquier, esperando a poder sentarme tranquila y sin problemas... debería dejar de vivir de esta manera tan patética, de lamentarme... Pero he ahí el reto...
...Seguiré y continuaré la senda que me llevará a mi bienestar, supongo -y no mal- que lo lograré aunque el camino tenga meteoritos y volcanes incrustados en él, a pesar de tanto miedo... me embarcaré en aquella travesía de la que no saldré.
PD: Este texto fue escrito hace más de medio año o hasta quizá más de 1 año, la verdad no recuerdo. Simplemente decidí publicarlo...
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