PERSONAJE EN-CEBO-LLADO ( Artículo de ATAQUE)

domingo, 7 de noviembre de 2010

Al prender aquella caja boba, veo con estupor, que casi todos los programas nacionales que se emiten en esta ciudad, hablan, discuten, argumentan, a favor o en contra de Abelardo Gutiérrez (a) Tongo, pues bien, esto puede ser un indicador, alarmante, de que la coyuntura nacional es altamente mediocre. Camino a la universidad, entre el cruce de dos grandes avenidas, encuentro un inmensa propaganda del dicho personajillo de moda, irreverente, con esa expresión grosera que me disgusta tanto y siendo la figura personal de una campaña publicitaria.

No basta, con que la cumbia, tan de moda a raíz de esta abundancia de grupos fabricados de aspectos juveniles, que estribillos bilingües como i have a pituca who loves me a lot sea interpretado por niños, jóvenes y adultos; o que un escritor bisexual le de tanta atención mediática, que alimenta aún más, su parafernalia a su alrededor. ¿Cómo puedes estar tan de moda? ¿En qué momento nuestra cultura se volvió tan ridícula? Soy consciente, que cada país tiene a su estrambótico de turno, pero vamos, en serio, ¿podría el vulgo cambiar de famoso? Después queremos ser ajenos a la cultura chicha, tan alicaída, tan carente de valores esenciales. Parece ser que, mostrarse tal y como eres, llama la atención, atrae miradas, pero, ¿por qué utilizar esa premisa, como excusa para enaltecer a personajes de turno? Tongo, enmarca todo los prototipos que detesto en una persona, y más aún, en personalidades públicas, es totalmente descuidado con su aspecto personal, es insalubre para la vista, cuando contornea sus carnes frente al lente de una cámara, es totalmente desagradable, que irritante es el tono de su voz, como cuando escucho a esos vendedores ambulantes, que montados en sus triciclos, ofrecen todo tipo de verduras, frutas, implementos de uso diario, entre tantas otras cosas; y para colmo, ahora es el as bajo la manga de una candidata al sillón municipal de Lima, y que según los asesores de ésta, logrará captar los votos de esas personas que se sienten identificadas con este chichero con sobrepeso.

Como todas las modas, eres parte algo pasajero, que pronto terminará y, será entonces cuando por fin pueda, ver a mi alrededor y suspirar de tranquilidad, al confirmar, que las cosas pueden mejorar, en calidad, en el trato que tiene la publicidad, para encontrar personas que realmente sean una imagen valedera como parte de una campaña publicitaria de turno. A sus 53 años no puede ser un personaje de referencia para lo más jóvenes, no puede escudarse en el hecho de ser un provinciano (como la gran mayoría en esta ciudad) que sale adelante en base a esfuerzo y trabajo, porque al fin y al cabo, tan solo es parte de una maquinaria que solo busca ganar dinero y utiliza personajes como Abelardo Gutiérrez, para vender más, ese cliché ya no significa nada.

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