"Mi habitación"

domingo, 12 de septiembre de 2010

“Si te sientes mal, ordena tu cuarto” fue lo que oí o leí alguna vez hace más de un año. Personalmente tiene un 70% de verdad, pues el restante 30%, será para recordar cosas, situaciones o hechos pasados de tu vida relacionados con los objetos que encuentres o desempolves en tu dormitorio. ¿Describirlo? Pues bien, suelo llamarle “cueva”, la entrada que los recibirá, de madera, está recubierta por ambos lados, de una extensa y diversa gama de figuras, que cual cassette, por el lado A (exterior) encontrarán imágenes de la cultura gótica y de la banda finlandesa Nightwish, al difunto cantante del grupo Nirvana, Kurt Cobain en el escenario y flyers de eventos góticos entre otros; mientras que en el lado B (interior) hallarán un pequeñísimo 0.5% de mi lado artístico y apasionado: la fotografía - fotos demo, fotos de flora fauna y algunas otras más que son minúsculas en comparación a la cantidad abismal de imágenes que tengo almacenada virtualmente en el ordenador y que definitivamente harían un hermoso y extenso tapizado en la sala, comedor y todos los ambientes de mi hogar, sin ser exagerada, claro está.




Es infaltable también, aquel tremendo flyer hecho a mano con las figuras de Fiona Apple y el collage de diversas imágenes de revistas. La cueva tiene dos ambientes, en el primero verás mi lecho, donde entramos un muerto, un osito de felpa invisible y yo, para luego observar que al lado de éste, tengo más imágenes de Tuomas Holopainen, no tanto como una quinceañera, porque no estoy para esos trotes, pero que sí la admiración me embarga y más si tienes un fanatismo muy grande por aquella banda de metal sinfónico, además de ver a Kurt Cobain e hija inmortalizados en aquella fotografía magnífica que adorna mi dormitorio.

Escritorio, velador, cuadernos, libros, una TV, y las infaltables cortinas cremas (que me hace sentir en una especie de mini manicomio), además del cuadro de un difunto ser querido, es lo que complementa este primer ambiente. El segundo, mucho más pequeño, a comparación del otro, es donde se encuentra el vicio de toda mujer: la ropa, claro que eso incluye calzado, accesorios (en demasía), carteras, correas, gorros, y el área de “belleza”, porque, una crema para manos, un perfume o una crema post-planchado para el cabello no debe faltar.

Esto incluye también el regular número de DVDS que tengo de mis bandas favoritas y películas, ya que cuando una película me gusta y la adquiero en DVD la puedo ver 4 veces seguida en un solo día y así continuar día tras día. He ahí, en este otro lado de la cueva, donde también está el montoncito de papeles (ordenados, por supuesto) cuadernos, folders, con hojas e información “valiosa”, o sea, esas hojas bond (o la que encuentres cuando te da la famosa “inspiración”) donde tienes: o bien sandeces o buenos escritos de los que te sientes dizque orgullosa. He ahí adonde me transportan los dos compartimientos, las imágenes, la música, los silencios profundos de las cortinas, las marcas de los recuerdos que quedan en las paredes y el difunto al que siempre observo con cariño y nostalgia, a toda esta pluralidad se le otorga una singularidad: ser mi habitación.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me encantoo esa descripcion...
Buenas Lunas como siempre..
Aqui hechando un vistaso a la escritura de la gente..
Muy lindo lo tuyo...
Adios

Anónimo dijo...

Hola.. Buenas Lunas..
Muy Linda descripcion de tu "cueva"
Bueno solo pasaba a leer escritos...
Adios

 
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