El hijo de mis entrañas

jueves, 7 de octubre de 2010

Gabriela y Flor, son mis medias hermanas y me enseñaron que no sólo puedo recibir afecto, sino que también puedo sentirlo y profesarlo ilimitadamente, es gracias a ellas que ahora puedo ser más espontánea con mis sentimientos, no sólo conmigo, sino con la familia, amigos y algunos conocidos.

Solía repetir una y otra vez, que los niños no me gustaban y que no tenía paciencia para tratarlos, pero con el nacimiento de ambas (Gaby y Flor), cambie totalmente la percepción que pesaba sobre ello, porque quizá cuando una va creciendo, la madurez se hace evidente y es más consciente de lo que dice, piensa y siente. Pues bien, Gaby tiene 5 años y Flor, 8 años, ambas son extremadamente traviesas, graciosas y cariñosas, les encanta que juegue, mime y me encargue de ellas cada vez que las visito.

Cada domingo que estamos juntas, disfruto mucho las actividades que comparto con ellas, cosas como, darles de comer, asear sus manitos antes de almorzar o ayudarlas en sus quehaceres escolares entre otras cosas, porque siento que he adquirido más paciencia a través de los años y estoy más que segura, que algún día, cuando tengo la oportunidad de formar una familia, seré muy amorosa con mi futuro hijo o hija, pero a modo muy personal. De lo único que puedo estar segura, al 100%, es que planeo ser madre a partir de los 25 años, ya que tengo muchas metas trazadas en mente, así como expectativas por cumplir, ni siquiera estoy a mitad del trayecto, es por ello que siempre mantengo los pies sobre la tierra para no tropezar.

Suelo imaginarme (de manera muy recurrente) qué sentiría al saberme madre, aquella sensación que embargó a mi madre, a mi abuela, ese instinto de protección, de no dejar que nadie le haga daño a un hijo de mis entrañas, ya que, cual leona, sería una fiera al momento de brindarles toda la seguridad que esté a mi alcance, y más. Siempre recuerdo que mi progenitora me decía “mi madre (abuela) me lo dijo, ya vas a ver cuando tengas tus hijos” y creo que es algo universalmente escuchado por todas, pero en cierto modo, es curiosidad la que siento, o tal vez, el sentimiento de ternura, que se apodera de mí, al observar prendas de bebés, sus calzados o los diversos accesorios que existen.

Tomo con mucha ironía, cuando escucho a cualquier persona expresar: “quiero que mi bebé sea mujercita o varoncito”, porque verdaderamente, poco me importa, el sexo de un futuro o una futura bebé, sólo importa, que esté sanita o sanito, que crezca como una persona íntegra, que esté protegida, darle lo mejor que este mundo puede ofrecerle sin llegar a malcriarlo o malcriarla, que un futuro, sepa diferenciar lo bueno de lo malo (aunque eso sea relativo), que sienta un fuerte apego por las personas, que profese amor y respeto por sus semejantes (que valgan la pena), por los animales y el medio ambiente que le rodee. Si fuese hombre, le compraría, la ropita más curiosa del mundo y si fuese mujer, la vestiría como una princesa, con ropa extremadamente delicada. Gran parte del tiempo que estoy en mi cuarto, veo el canal Discovery Home & Health, y no quiero sonar aburrida pero, es entretenido ver aquellos programas donde te muestran cómo utilizar la psicología para criar a los hijos y es algo que profesaré en un futuro, pues soy de las personas que no creen en la violencia, como herramienta de aprendizaje. Espero en un futuro tener una parejita (una varoncito y una mujercita) con ellos sería muy feliz y ese también sería mi límite.


2 comentarios:

Elegía-PolitiK dijo...

Te pareces mucho a una amiga con la manera inicial de cavilar o pensar, o sea de que no le gustaba los niños desde un principio y todo el lío, pero creo que ella poco a poco fue cambiando, cuando menos lo note era mas social y suelta en el hablar, bueno ya no quiero pretender compararte con ella, bueno hasta luego y sigue escribiendo te leeré debes en cuando, no puedo conectarme mucho debido a mi escaso tiempo…
A por cierto buena música =)

Hasta luego!

Vanessa dijo...

Me había preguntado acerca de si te interesaban "los hijos", a mi no me interesan pues ya mi vida es un completo caos y nunca estoy contenta con nada, y si un día me da un arrebato prefiero no tener una criatura que me ate o se afecte por mi culpa ( suena feo pero creo que es preferible ), aunque confieso que me da tremenda curiosidad ser madre y creo que sería sobreprotectora ¬¬, pero nunca me he llevado bien con los niños al menos no maternalmente, fui muy mal-criada y soy hija única... creo que eres afortunada, has tenido imagenes muy buenas que han sabido construirte bien... y responsable, sabes decidirte por lo mejor y envidio eso, yo no sé ver límites, tal vez soy algo egoísta, tu eres tan joven y ya eres suficientemente madura y decidida, yo soy madura(?) pero indecisa :(
De tu blog, me gusta encontrar sinceridad y entre más sinceridad encuentre más adicta me pongo,
seguiré esperando un poco más de sinceridad y, por supuesto (mi plato preferido), cinismo! :$ ( ya pues, me conformo con sinceridad ¬¬ )

Vanessa

 
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