1 Con más de 30 años de existencia, el lolita se ha establecido
como una subcultura predominante, entre las jovencitas, para traer del pasado
aquellas posturas que resaltaban la elegancia de la aristocracia europea
Fotos y texto por Andrea Zavala Zevallos
(Excepto las imágenes que son de Internet)
Colores por doquier,
accesorios incontables, blondas, calzados peculiares, azúcar y más azúcar.
Lucen cual muñeca de porcelana, logrando que los transeúntes las asemejen con
ellas creando la analogía más idónea. Peculiares en su forma de vestir, pero
también en la forma de expresarse: son todas unas damas de antaño traídas al siglo
XXI. Las lolitas – chicas de entre 15 y 35 años, jóvenes en su mayoría – exudan
femineidad, modestia, elegancia e inocencia.
El lolita es una
tendencia y subcultura japonesa cuya estética es una mezcla de corrientes
juveniles con la vestimenta europea de los siglos XVIII y XIX, principalmente de
las épocas del Rococó – movimiento artístico francés que data de 1720 a 1740 –
y la Victoriana – refiere a la reina Victoria de Londres, quien gobernó por 64
años – rescatando los valores y la elegancia de dicho período, es por ello que en
la actualidad las féminas que se sienten identificadas con el lolita nos hablan
de la imagen que debe tener una dama y su búsqueda por el conocimiento personal.
TRES DÉCADAS Y ALGO MÁS DE HISTORIA
La mayoría de las
personas, especialmente los europeos, relacionan inmediatamente la palabra
“lolita” con la novela, del mismo nombre, de Vladimir Nabokov publicada en 1955.
Sin embargo, en Japón se tiene una concepción bastante diferente, pues se la relaciona
con la gracia, delicadeza y femineidad que se ha perdido a través de los años,
es porque ello que dicha obra no tiene ningún vínculo con este movimiento.
No está de más mencionar
que este término ha sido designado para aquellas jóvenes que son atractivas
para hombres mayores, es por ello que en occidente esta palabra se ha visto
envuelta en tópicos de pedofilia y erotismo. Pero esta subcultura no tiene
conexión alguna con esta controversia como para demostrar lo contrario, pues se
estaría faltando a los principios del significado de ser una lolita.
El origen de esta tendencia es muy
incierto, pero es de conocimiento que nació a finales de los años 70, cuando
marcas famosas como “Pink House”, “Milk and Pretty” (hoy en día “Angelic
Pretty”) y “Baby
the Stars Shine Bright” comenzaron a vender prendas que serían
considerados dentro del estandarte del lolita de hoy.
El lolita surgió como un movimiento
cultural y estético, dentro de la sociedad japonesa, en respuesta de las
jóvenes que no deseaban formar parte de una sociedad conservadora, puesto que los
roles tanto
del hombre como de la mujer estaban muy bien definidos: la mujer es la esposa,
madre y dependiente de su marido. El hecho de que las jóvenes lolitas elijan
pertenecer a este movimiento hace que sus vidas hayan sido criticadas, es por
ello que su oposición se demuestra a través de la indumentaria.
Foto: Internet
El lolita se consolidó a finales de los años 90, estableciéndose oficialmente
en el puente de Harajuku en Tokio.
Este es el lugar en el que las lolitas japonesas asisten frecuentemente,
sobretodo los domingos, para ser la mayor atracción ante fotógrafos y turistas.
Ellas están acompañadas por otras personas que han adoptado estéticas como el
oshare kei (trajes sumamente coloridos y andróginos), decora (similar al anterior pero predomina el
uso excesivo de accesorios), ganguro (jóvenes que buscan emular exageradamente
la estética de las chicas de California de EE.UU., es decir, piel
bronceadísima, cabello oxigenado, maquillaje extravagante, uñas y pestañas
postizas) y cosplay (chicos que se disfrazan de sus personajes favoritos).
Pero no solo en Tokio hay lolitas, ellas se encuentran por todo Japón e
incluso este movimiento ha llegado a expandirse a través de los años hasta
Europa y América en general, gracias a la proliferación del uso del Internet.
ENTRE DULCES Y FALDAS
Estas señoritas buscan
su propia identidad, individualismo y re-identificarse para fortalecer su
personalidad, relación con el mundo exterior y con las personas que las rodean.
Su vestimenta se caracteriza principalmente por el uso de la faldas y/o
vestidos, pues éstos deben quedar muy bien entallados en la cintura ya que da
un aspecto mucho más femenino, a su vez debe ser bastante pomposo. Los
accesorios son infaltables: anillos, pulseras, lazos, ganchitos, tocados,
collares, etc. Éstos son los más ideales. Las blusas deben tener volados y
encajes, las medias pueden ser de colores enteros pero de preferencia deben tener
detalles para realzar la estética de la lolita. Los zapatos son infaltables,
algunas jóvenes usan bolsos con la misma temática y hasta sombrillas de mano
acorde con sus trajes, las chicas lolitas no buscan ser sexys, sino tener un
aspecto delicado y elegante.
Foto: Internet
Dentro del lolita, no existen reglas de oro para
vestirse y mucho menos encasillamientos, pero sí los diferentes estilos. Cada
persona, ya sea hombre o mujer, puede elegir cómo vestir dentro de los
parámetros de esta estética. Entre las estéticas femeninas tenemos al gothic lolita
el cual fue uno de los primeros
estilos en salir al mercado, se basa en el estilo gótico y barroco. Los colores
predominantes son el negro y el blanco, pero también se incluyen el azul marino
y oscuro. Es el estilo más difundido fuera de Japón.
Foto: Internet
Foto: Internet
Otra
estética es el sweet lolita, se
caracteriza por ser infantil, tierno y dulce. El color blanco, rosado, celeste
y otros colores tanto claros como pastel son básicos dentro de esta estética
así como los estampados con de osos, dulces, venados, unicornios, pasteles,
notas musicales, hadas, flores, etc. El classic
lolita es un
estilo más maduro y sobrio, es decir, el uso de accesorios y estampados es
menor. Los colores son menos llamativos. Finalmente el punk
lolita es una mezcla de tachas, alfileres, cadenas,
estampados de cuadros, faldas y/o blusas pomposas que sean pertenecientes al
lolita. Los varones no se quedan atrás, entre los
estilos masculinos están el kodona, el cual se inspira en las ropas infantiles de
la edad victoriana, como chalecos, camisas blancas terminadas en picos largos,
pantalones por la rodilla, zapatos elegantes, pequeños sombreros, etc. Y el dandy, este estilo se inspira en un look más principesco.
Foto: Internet
EXPONENTES ARTÍSTICOS
El principal ícono del lolita es Mana Sama. Guitarrista, compositor, director artístico y líder de una de las
bandas más representativas del movimiento: Malice Mizer, fundada en 1992. A
pesar de ser hombre, siempre vistió – hasta la actualidad – con un look gothic lolita es por ello que en 1999
lanza su marca de ropa llamada “Moi-même-Moitié”. La banda se separó en el
2001.
Foto: Internet
“Gothic &; Lolita Bible”, es una revista especializada sobre
el movimiento Lolita, fue lanzada en el 2001 y sale cada 3 o 4 meses. El 12 de
febrero del 2003 la revista se hizo internacional con su primera publicación
americana a cargo de la empresa estadounidense Tokyopop.
Foto: Internet
Otro representante del lolita es Novala
Takemoto, escritor famoso y diseñador de modas. En el 2000, Takamoto debuta con
su primer escrito titulado “Mishin” y en el 2002 se lanza la película “Shimotsuma
Monogatari” (“Kamikaze Girls”) de su obra que lleva el mismo nombre,
a partir de esta fecha el lolita es reconocido como subcultura y moda.
Foto: Internet
Misako Aoki es una reconocida
modelo de marcas especializadas en el lolita, tales como “Putumayo” y “Baby The
Stars Shine Bright”. El 12 de mayo del 2009, fue nombrada Embajadora
de la Cultura Pop de Japón y fue la primera lolita en alcanzar
un titulo de tal magnitud. Fueron nombradas también Yu Kimura y Shizuka
Fujioka.
Foto: Internet
Por último se encuentra Shoichi Aoiki, fotógrafo y creador de la revista
mensual “FRUiTS”, fundada en 1997. En ésta se exhibió por primera vez
la escena que se vivía en el puente Harajuku en Tokio, un ambiente
multicolor y diverso donde el estilo estaba a flor de piel.
LOLIMAFIA
Tanta ha sido la masificación del lolita, que a
través de los años ha llegado hasta países como Chile, Argentina, México, Venezuela, Colombia, Brasil
y Perú. Sí, decenas de jovencitas y curiosos fueron cautivados con la estética
tan peculiar proveniente de Japón por allá en el 2005. Solo residen lolitas en
Lima y una de ellas es Vanessa Huaytán, fundadora y ex administradora del foro
nacional “Lolimafia”. Ella es una joven peruana de 24 años y se inició en este
movimiento en el 2007. “Lolimafia” es el único foro sobre lolitas en nuestro
país, pero ¿cuáles fueron los inicios de este sólido grupo?
En un inicio la única información asequible era la del foro
español “Lolita In Wonderland”. Posteriormente, Sue Talavera – otra lolita
compatriota y amiga de Vanessa – inició un grupo llamado “Harakiri Kei” –
literalmente significa “estilo suicida” y se trata de
“ir contra lo común, explotar los gustos y hacer
que lo vea el resto de personas sin importar que digan miles de cosas” – en el 2009, “el cual se
dedica a difundir diferentes estéticas, no solamente lolitas sino también el Visual Kei y todas las ondas de moda
japonesa”, hasta ese momento solo existían seis lolitas y con el pasar del
tiempo aumentaron a 13 personas. Producto de esta agrupación nació oficialmente
el foro “Lolimafia” el 4 de enero del 2010 con el objetivo de “demostrar que el lolita no es solo un
vestido bonito, sino que trata de expresar el arte en general” e informar con
veracidad a sus fieles seguidoras ya que “acá lo veían como un disfraz”.
Siendo ya una comunidad formal, comenzaron a incentivar esta
subcultura a través de “Tea Parties” (fiestas de té), “Felices No Cumpleaños”
(celebración de cumpleaños), picnics, reuniones informativas y salidas
recreativas a museos o cualquier actividad cultural pero dentro de Lima. En las
mencionadas reuniones, las jóvenes pueden aprender todo sobre el movimiento, asesoramiento
de imagen, etiqueta, maquillaje, etc. El grupo está hecho para compartir ideas,
aprender sobre esta estética, debatir y divertirse sanamente. Actualmente,
“Lolimafia” cuenta con el apoyo del Centro Cultural Peruano Japonés, en el cual
participan activamente en los eventos que realizan para el público en general
para difundir, informar y mostrar más de cerca el mundo lolita.
“Queremos rescatar todo eso que ya no hay. En el grupo hay
chicas que son diseñadoras de modas, arquitectas y diseñadoras gráficas, ya
estamos ligadas a todo lo que es cultura y arte en general, por lo tanto va de
la mano con nuestra personalidad”, dice Vanessa. En “Lolimafia”, existen 300
usuarias registradas, sin embargo solo 32 chicas son las más interesadas por
esta tendencia, cabe decir que en este grupo solo hay mujeres más no hombres
que adopten la estética fervientemente.

Todo parece ser dulzura y perfección en este movimiento,
pero, ¿hay clichés respecto al lolita? “La
mayoría de personas lo veía como un estereotipo de niña o muñeca, pero
demasiado infantil y la idea no era que fueras un niña, sino una dama, una
mujer. Se supone que te tenías que expresar correctamente, no solamente ser
dulce, sino elegante, educada y no estar en un estereotipo de que ‘voy a estar
calladita y voy a hablar como una niñita de 3 o 5 añitos’ ”, expresa una
indignada Vanessa al comentar con qué ojos veían al lolita hace algunos años
atrás.
Pero, ¿cómo hacen estas
jovencitas para adquirir estas prendas? Algunas pueden adquirirlas vía
Internet - así como el calzado –
llegando a pagar $300 y $400 a más. Las réplicas chinas de estos vestidos o
faldas pueden costar $150 o un poco más. La mayoría de estas señoritas
prefieren confeccionar sus propios trajes o mandarlos a hacer con alguna
modista particular, eso sí, debe ser una buena. En un conjunto completo –
calzado, accesorios y demás es aparte – se puede llegar a invertir S/.200.00.
Sin embargo, “lo más
difícil de encontrar son los zapatos, tienes que mandártelos a hacer o traerlos (del extranjero)”.
En nuestro país es común ver metaleros, punks y hasta
góticos, pero hasta entre estas mismas subculturas hay conflictos y roces: “los
góticos nos consideran infantiles, hemos discutido con ellos porque nosotras
también usamos la ropa negra (gothic lolita). Para ellos, somos consumistas,
por eso me pareció gracioso que nos dijeran ‘consumistas burguesas’, cuando
ellos gastan mucho más plata que nosotras y en ese tiempo ni siquiera
invertíamos tanto, ellos ven las cosas de manera distinta”, dice Vanessa.
Vanessa Huaytán, fundadora y ex administradora de "Lolimafia"
Para la fundadora de “Lolimafia”, lo mejor que
puede ofrecer el lolita es el individualismo: “no buscamos competir, porque si
lo voy a hacer con alguien, tiene que ser conmigo misma, no con mi amiga. He
tenido la suerte de poder discutir de todo sobre nuestras diferencias, es
chévere, eso es lo que me gusta, tenemos compañeras que tienen diferentes ideas
porque son diseñadoras y ellas hacen sus ropas. Y cuando hablan de un
estampado, debaten porque me dicen ‘pero si esto está basado en una pintura, no
debería estar impreso en una falda,
porque esto tiene un derecho de autor’ y así comienza un debate grande”.
Tanto como para
Vanessa y Sue, el lolita es una forma de divertirse y vivir sanamente, “sin
tomar, fumar y consumir drogas”, a su vez, ambas concuerdan con que “la mujer
debería valorarse un poco más” y “deben darse su lugar”. Pero el lolita no solo
es moda o música, también se trata de leer es por ello que la revista “Gothic & Lolita
Bible” es uno de los materiales más importante, en cuanto a lectura se refiere
para ellas, un ejemplar vale por lo menos S/.120 pero algunas prefieren
descargarlo vía Internet.
SUE ELLEN
Está casi ad portas de los 24 años, es amante
del diseño de modas, fotografía y arte en general. Ella es Sue Ellen Talavera
Zamudio y se inició en el mundo del lolita entre el 2006 y el 2007 cuando tenía
casi 19 años. “Comencé
escuchando bandas de J-Rock (rock japonés), dentro de las cuales había un
personaje llamado Mana Sama – que era del grupo Malice Mizer y tiene su propia
tienda en donde vende ropa de estilo Victoriano, Gothic Lolita y demás –
entonces, comencé a sumergirme un poco más y a investigar, en esa época no
había mucha información en Internet, solo había una que otra cosa. Había foros
de lolitas de Estados Unidos pero no en Latinoamérica. Luego, inicié un pequeño
grupo que se llama ‘Harakiri Kei’”, dice Sue mientras niños y niñas la observan
cual muñeca de tamaño real. Posterior a este grupo que fundó, nació la
comunidad antes mencionada: “Lolimafia”, Sue es una de las precursoras – junto
a su amiga Vanessa – de este grupo.
Para tranquilidad de ella, sus padres jamás
estuvieron en contra de su estética ya que ellos están relacionados con todo a
lo que sea arte. Siempre respetaron sus decisiones en cuanto a sus gustos e incluso
las incontables veces que se tiñó y cortó el cabello, es más, la apoyan y se
empapan del tema para cuando personas ajenas a ellos les pregunten “¿qué es?” o
“¿por qué se viste así?”.
Sue Ellen admite que jamás ha recibido un ataque
verbal por su manera de vestir, sino todo lo contrario, dice que la halagan con
frases como “¡ay que
bonita, pareces una muñeca!” y si ha recibido un insulto a lo mucho habrá sido
un “pareces una burbujita”. A pesar de no haber terminado la carrera de diseño
de modas en el Instituto Superior Selene, la pasión por confeccionar prendas
jamás se le agotó.
"Cuando visto de lolita me siento wow... como una muñeca", dice Sue Ellen,
“Ahora estoy trabajando con una amiga que también estudió en
Selene y nos dedicamos en hacer este tipo de ropa y lo que más nos están
pidiendo es el estilo J-Rock. Recientemente estamos haciendo estos trajes para
una banda, es todo un conjunto porque van a tener una sesión de fotos. Al menos
lo mío, es abrir una tienda con ese tipo de ondas”, expresa Sue, convencida
respecto a sus proyectos a futuro.
Desde el 2007 hasta entre el 2009 y 2010, solía vestir como
lolita todos los días, desde que despertaba hasta cuando salía a comprar. En la
actualidad, solo viste como lolita para eventos especiales y reuniones ya que
“se había convertido en una cosa rutinaria” para ella. Cuenta también, que
hasta el momento tiene 13 vestidos en su armario de los cuales ni uno es
importado ya que como toda diseñadora le gusta vestir sus propias creaciones es
por eso que todos han sido confeccionados por ella misma. Asegura que su traje
perfecto sería uno que mezcle el color azul con el negro y confiesa que ha
llegado a invertir entre S/.200.00 y S/.300.00 por cada conjunto. Tiene solos
dos pares de zapatos, los clásicos negro y blanco, también le gusta usar
pelucas sobretodo ahora porque tiene el cabello corto y le es más “fácil”
peinarse.
“Zombie”, como suelen llamarla sus amigos, revela que el
lolita la ha ayudado a relacionarse mucho con las personas puesto que es “una
persona muy cerrada” y que gracias al grupo ha conocido a personas
“maravillosas”. Sin embargo no todo es felicidad, pues confiesa que en cuanto a
su vida amorosa ha tenido algunos inconvenientes respecto a su forma de vestir:
“Sí, me ha tocado una pareja que no quería que salga vestida así con él –pero
como también tiene sus pros y sus contras–
también he tenido relaciones en las que sí me cuidaban como una muñeca o
sea no me dejaba salir así no más, le encantaba que me vistiera así, que me
arreglara y su familia me adoraba porque me vestía así”.
Para ella, así como para el resto de chicas, el lolita “es
un estilo de vida”. Ella lo toma como “algo muy personal” ya que siempre le han
“gustado las estéticas victorianas y más que todo sobresaltar toda la belleza
de la mujer – no solamente mostrando el cuerpo – sino a través de esta forma.
Para mí cuando visto de Lolita, me siento wow… como una muñeca, princesa o la
más bonita de todo el mundo. Para mí es algo más personal, lo llevo bastante
porque ya tiene tanto tiempo en mi vida que ya es algo normal para mí”, concluye
una dulce e inspirada Sue al expresarse de este movimiento que la cautivó y
capturó desde hace 5 años.
Las fotos que les tomé a las chicas de "Lolimafia", incluídas las de Vanessa Huaytán y Sue Talavera, podrán verlas en: