lunes, 2 de agosto de 2010
Sucumben las alegrías, mirándonos despacio
Ahuyentando la lumbre que se disipa en el horizonte
Ellas me torturan sutilmente, acercándose a mí muy despacio
Me lo demuestran gimiendo alegremente
Esperando ser resquebrajada me atraes hacia tus aposentos mas ínfimos
Las suaves gotas de rocío, la calidez de tu bienvenida
Tus gestos entregados a mis movimientos
Que resuelven demostrarme que eres la mejor fruta prohibida
Sollozas callada, postrada en el lecho, esquivándome
Observándote atento, veo que en silencio pides clemencia
Tu suave gemido hace eco en mis entrañas, atándome
Tu lujuria y mi libido aun no han perdido la paciencia
1 comentarios:
Andrea??, ese es tu nombre, me encanto la música y tambien el poema.
Publicar un comentario