jueves, 17 de junio de 2010
Entrevistada: Claudia Pacheco Torres, ilusionista conocida como "La Princesa Inca", modelo, escritora y cantante de la banda peruana electro-pop NOISE.
La prestidigitación (realizar trucos con las manos) en nuestro país es faena del género masculino en su totalidad o al menos, esa es la percepción que se tiene en general, sin embargo, debemos excretar este pensamiento casi machista y ahondar más profundamente en el ambiente en el que Claudia Pacheco Torres transita día a día…
Imagínese levitar por alrededor de 15 minutos en la Plaza de Armas de Lima frente al Palacio de Gobierno mientras centenares de personas (entre periodistas, turistas y curiosos) asombrados en su totalidad intentan explicarse unos a otros lo que están presenciando: ¡Aquella mujer esta flotando en el aire! , tan sólo una vara de madera en la mano izquierda es lo único que la vincula al suelo, el espectáculo es extraño, pero lo es más aún, cuando la multitud descubre que la persona que realiza tan bizarro acto de ilusionismo es una fémina. Aquel viernes 27 de marzo del 2009 quedará en la memoria de la Princesa Inca (apelativo que le fue otorgado a Claudia después de realizar este acto), como un recuerdo imborrable sobre lo que puede llegar a hacer una mujer con esfuerzo, dedicación y sobre todo un buen auspicio “en teoría debo ser la primera maga mujer en darse a conocer en el país” comenta.
Pero esta faceta con el ilusionismo es tan sólo, uno de los muchos aspectos destacables en la carrera artística que ella profesa. Desde pequeña, sintió una inclinación por el arte en todas sus variantes “cuando eres niña casi todo lo que aprendes es por iniciativa de los padres”, expresa, una verdad casi universal.
Creció rodeada por el arte, las distintas manifestaciones artísticas que desde pequeña experimentó, la convirtieron en la persona que es hoy, una mujer que simplifica su tiempo entre la magia, de la cual siente preferencia por el trabajo con las cartas y otros aspectos destacables como la música y la moda.
A los 19 años Claudia publica un libro de poemas en la cual expone el lado oscuro de su prosa, cita como autores favoritos a Paulo Coelho, Khalil Gibran y a Juan José Benítez, pero la ocurrencia de publicar, pintar, cantar o realizar actos de magia es una cuestión de mero gusto “tengo la sensación de que si hago lo que siempre he hecho voy a llegar a donde siempre he llegado”, dice, y sus resultados así lo confirman.
La música es también la vitalidad que alimenta el ser de Claudia desde pequeña, no en vano realizó estudios de piano clásico y canto, pero el camino que recorrió en su momento quedó estancado, hasta que llegó el proyecto musical Noise (ruido) junto a su amigo Rafael Mercado Salas, “es la oportunidad de hacer algo que siempre soñé y que nunca lo pude concretar”, comenta al respecto, en referencia al dúo pop electrónico del cual es parte.
Rafo es más que un amigo para Claudia, encuentra en él, al compinche adecuado que la acompaña en casi todos los aspectos de su vida, comparten juntos su afición por la música, por el ilusionismo, “me ayuda mucho con la magia porque es una persona muy creativa y me ayuda a darle forma a mis proyectos”. Dress It Black (vestido de negro) la tienda de ropa gótica, es uno de esos proyectos que ambos comparten.
Fuera de los reflectores y de la atención mediática que suele recibir, la personalidad de una mujer hogareña no tradicional, es digna de ser destacada, su gusto por los animales queda explícitamente indicado cuando se le ve rodeada de sus cinco gatos, la calidad de vida que lleva es bastante tranquila dentro de su departamento, quizá, no es la impresión que uno espera de Claudia cuando la ve realizando sus actos de ilusionismo, o cuando está en el escenario al lado de Rafo interpretando los temas de Noise, o simplemente en su tienda Dress It Black, es una mujer que trabaja todo el día todos los días y que llega a casa tan solo a descansar “tengo una señora que atiende mi casa y que siempre la atendido desde que vivía con mi papas yo me mude y ella vino conmigo, la conozco desde que tenía 15 años, entonces ella atiende a mis gatos, cuida que toda mi casa este limpia, me prepara el almuerzo, yo no sé cocinar nada, tampoco se lavar, ni siquiera sé cómo se prende la lavadora”, comenta entre risas, mientras Rafo a lo lejos sonríe y comparte miradas de el cómplice que lo sabe todo, pero que no dice nada.
Claudia Pacheco Torres es una mujer de una vida sana que amerita ser reconocido por muchas féminas, con dedicación, pasión y mucho esfuerzo ha conseguido todo lo que ha querido hasta el momento y que aún le queda mucho camino por recorrer.
Por: V. F. V. F.
(Estudiante de periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza)
(Estudiante de periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza)
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